Miedos de novatos

Esto iba a estar publicado antes, hasta que la vida y el trabajo se metieron en el camino :( En fin, hace no mucho hablé sobre consejos inútiles que algunos escritores “con experiencia” le dan a los novatos. Hoy vengo con pensamientos que los escritores nuevos suelen tener y que, al final del día, no sirven para nada tampoco.

Todos tenemos preocupaciones cuando nos metemos al mundo de la escritura, más si apenas empezaste y entras a grupos de escritores a ver lo mucho que otros están logrando, mientras que tú no logras avanzar del primer capítulo. Hoy vengo a darte una pequeña charla de apoyo que, con suerte, logrará que te guardes ese estrés para más adelante (porque lo vas a necesitar).

1-El robo de ideas.

A ver, antes de entrar en la comunidad de escritores, debo decir que yo consideraba este uno de los miedos más ridículos, pero últimamente me estoy encontrando con que, al parecer, ocurre más seguido de lo que creía. Sin embargo, antes creo que hay que hacer una diferencia entre el robo de ideas y el robo de material.

Imagina que tu idea es escribir sobre una sociedad que vive oculta para protegerse de los zombies que invaden el planeta. Sin duda suena interesante, uno puede pensar diez mil maneras distintas en las que esa historia puede desarrollarse, y ese es el punto. Si le cuentas esa premisa tan simple a alguien, y luego ese alguien la usa para una historia, no debería afectarte en nada. Primero y principal, porque ya se hizo. Segundo, porque la manera en que esa persona desarrolle su historia, sin duda va a ser completamente distinta a cómo tú lo hagas. Ya lo he dicho antes, pero nunca es un mal momento para repetirlo, así que repite conmigo: las ideas originales no existen. No tengas miedo de comentar tus ideas, porque sea lo que sea, ya se ha hecho antes, lo único especial va a ser la forma en que tú las lleves a cabo. Tampoco le prestes ninguna atención a quien te diga que tu idea es mala o algo similar, porque cualquier idea puede terminar gustando al desarrollarla, si atraes el público correcto. También porque, lo creas o no, la mayoría de los escritores decidimos dedicarnos a esto porque ya teníamos diez mil ideas en nuestra cabeza, no nos hacen falta las tuyas ;)

Por otra parte, el robo de un trabajo terminado sí puede ser un problema, pero tampoco es tan grave como te lo imaginas. Por desgracia ocurre demasiado de seguido y lo único que puedes hacer es estar atento/a para reclamarle a quien lo haga.

La mejor forma de evitarlo también puede ser hacerte tan conocido como sea posible. Si tienes una base de fans leales, es posible que ellos te alerten de cualquier robo con el que se encuentren. Porque registrar tus derechos de autor solo sirve para reclamar que el contenido es tuyo, ya que desgraciadamente aún existen muchas personas con muy poco respeto por el trabajo de un escritor y publican sus obras gratis diciendo que son suyas. Si intentan ganar dinero con ello, sí se pueden tomar medidas legales. Pero si solo lo publican por internet, pues, puedes lograr que se borre pero no que no vuelva a suceder.

2-Ser original.

Esto va muy ligado al ítem anterior, y como siempre viene bien repetirlo, vamos una vez más: las ideas originales no existen.

Ahora, puede que tu preocupación tenga más que ver con ser original en cuanto a contenido en lugar de ideas. Primero, eso tampoco va a ser del todo posible, porque lo que se te ocurra, sin duda ya se hizo también. Si has leído algo que te pareció súper original, puede tener más que ver con que sea algo que no se ha hecho muchas veces o, lo más probable, es que sea algo que ya se hizo pero nunca de esa manera.

Recuerda, lo importante es cómo unes ideas y las desarrollas. Sin importar lo que hagas, va a ser original por la simple razón de que lo hiciste tú y nadie puede hacer lo mismo que tú. Asegúrate de tomarte tu tiempo para enlazar bien tus ideas, de manera que se desarrollen de forma lógica. Si haces eso, incluso si alguien te tacha de poco original, estás haciendo tu trabajo. No olvides lo dicho en mi artículo sobre consejos inútiles, algunas personas hacen comparaciones sin ningún sentido, otras lo hacen porque no aprendieron aún que todo se hizo antes, así que no deberían quitarle ningún mérito a lo tuyo.

3-Tener un primer libro perfecto.

Aquí vamos a hablar en específico para los novelistas, aunque puede llegar a aplicar para cuentistas, poetas, etc. A veces llegamos al final de la línea, conseguimos lo necesario para al fin poder publicar nuestro libro, o tal vez ni siquiera eso. Tal vez nos sentamos a escribir con la idea fija de que eso va a ser publicado, y empezamos a ponernos presión innecesaria sobre nosotros.

Déjame dejar algo en claro, que también deberíamos empezar a repetir hasta que se nos grabe: los libros perfectos tampoco existen.

Bueno, tal vez eso era algo más obvio. Puede que tu idea más bien sea tener un primer libro al nivel de algunos escritores que admiras, pero debo decirte que muy probablemente, esos escritores hoy en día detestan su primer libro.

No te agregues presiones que no te llevan a ningún lado. Claro que debes tratar de hacer lo mejor que puedas, pero pasarte veinte años trabajando sobre el mismo libro porque te preocupa que no está perfecto, no es nada productivo. Seguro has oído de muchos que lo han hecho, tal vez conozcas a un señor llamado George R. R. Martin cuyo libro estamos esperando hace más de diez años. Déjame preguntarte, ¿preferirías trabajar veinte años en un mismo libro o escribir veinte libros diferentes en veinte años? La escritura se mejora con la práctica, y estar volviendo sobre el mismo manuscrito una y otra vez por años no es práctica, es obsesión. No estoy diciéndote qué hacer, obviamente es tu decisión, pero es una interrogante que deberías plantearte.

4-Nadie cree en mí.

Uf, entramos en un territorio complicado, pero más para mí. Creo que los consejos que daré aquí van a ser bastante generales porque, por fortuna, esto es algo que no me ha pasado a mí. Puedo imaginarme lo duro que debe ser si le comentaste a tus amigos y familiares que quieres ser escritor/a, y todos tuvieron las mismas reacciones: “¿Por qué? Nadie gana dinero con eso. Eso no es un trabajo. ¿Y de qué te sirve entonces?”. Peor aún, imagino, habrá sido publicar tus escritos y ver puras críticas negativas.

Si la escritura es un hobby que disfrutas hacer, ninguna opinión debería afectarte. Lo importante para ti sería el proceso, no el resultado. Disfruta de escribir, hazlo con tranquilidad y sin presiones. No dejes que nada te detenga.

Ahora, sí estamos hablando de hacer de esto tu carrera, entonces el apoyo de otros sin dudas es mucho más importante, en especial el de aquellos cercanos a ti. Quien te diga que eso no importa, está en su propio mundo.

Hay algunos escritores muy decididos, con una audiencia leal o que simplemente tienen un carácter que hace que no les importe nada, pero no todos son así. Tu familia y tus amigos son la gente que te rodean a diario, recibir lo opuesto a palabras de apoyo cuando hablas de tus proyectos, sin duda será duro. No pienso ser de esos que dicen “ya supéralo y crece, no los necesitas”, porque es algo muy inmaduro y egoísta de decir. Tener fe en ti mismo, cuando nadie más la tiene, es una de esas cosas que es mucho más fácil decir que hacer. Creo que lo único que puedo decirte aquí es que intentes rodearte de las personas correctas. Sumérgete en la comunidad de escritores, descubrirás que hay muchos otros como tú que han logrado sus metas a pesar de las dificultades. Conversa con ellos, pídeles consejos, no sientas timidez. Verás lo mucho que valdrá su apoyo y te inspirará su coraje.

Si quieres tus primeras palabras de aliento, las tienes aquí: ¡ÁNIMO QUE SE PUEDE!

5-Críticas negativas.

Oh, a donde hemos llegado. Te tengo otra noticia importante: vas a recibir críticas negativas sin importar lo que hagas.

Lo lamento, pero el mundo es así. Puede ser que recibas críticas negativas pero constructivas, puede ser que solo recibas m*erda de algunas personas que no tienen nada que hacer con sus vidas. Es algo de lo que ningún artista en el mundo está a salvo y tendrás que aprender a tolerar. No será nada fácil y recuerda siempre tener a alguien o algo que te recuerde que tú lo vales, que tu trabajo lo vale y que tu pasión lo vale. Piensa en esto: muchas personas no han descubierto su pasión, muchas no pueden darse el lujo de seguirla. Si tú has podido hacerlo, no puedes dejar que estas cosas te tiren abajo. Es algo hermoso y no valdrá la pena a menos que lo disfrutes, así que a la m*erda con los haters.

6-Miedo al fracaso.

Pues aquí estamos, posiblemente lo más terrorífico en esta lista. Me da pena seguir trayendo malas noticias, pero sin importar lo que hagas, el mundo de la escritura es casi una lotería. Nada te garantiza un éxito seguro (huye de quienes te quieran vender cosas con esa idea).

Ser escritor, y exitoso, es extremadamente difícil. Es una experiencia que te dará muchos golpes, y lo único que podrás hacer para tener éxito, es recibirlos. Tendrás que soportarlos y juntar la fuerza para levantarte de nuevo. Será un proceso que te hará madurar muchísimo, si te permites aprender de tus errores o entender que no todos tienen buenas intenciones.

Si quieres mi consejo para hacerlo un poco más fácil, no escribas pensando en vender mucho. Escribe porque es tu pasión, porque es lo que te gusta, porque no puedes guardarte las palabras dentro tuyo. Haz lo mejor que puedas, obvio deberás esforzarte y lidiar con algún que otro embrollo, pero de cualquier forma deja que el éxito sea una feliz coincidencia más que un objetivo. Haz que tener éxito para ti sea terminar una escena, ganar un seguidor nuevo o un comentario más. Valora los pequeños triunfos sobre los grandes. Verás que te hace sentir mucho mejor y que todo es cuestión de perspectiva.

Eso es todo lo que tengo hoy. Recuerden: ¡sí se puede!