¡Buenas! Ya que llevo tanto tiempo en hiatus (otra vez) quería traer una entrada compensatoria y hablar sobre varios temas distintos, pero que pueden englobarse en uno mayor: tropos.
Antes de empezar, creo que deberíamos hacer una pequeña definición de esta palabra, en caso de que no la conozcan. Tropo (en inglés: trope) es un elemento literario que varias historias presentan. A veces pueden ser tropos generales (tener un/a protagonista es un tropo) o más propios de un género (como los dragones en la fantasía).
Ahora, es momento de hacer una diferencia entre “tropo” y “cliché”. Creo que mucha gente conoce el segundo, pero no tanto el primero. Un tropo es algo que se usa súper a menudo, sin embargo, un cliché es algo que se ha usado tan de seguido y de la misma forma que la gente ya está cansada.
¿Cómo sé si ese es el caso con lo que estoy escribiendo? Respuesta simple y rápida: lee (y analiza lo que lees). Por ejemplo, antes mencioné que tener un/a protagonista es un tropo, entonces ¿por qué no es un cliché si todas las historias lo/a tienen? Pues, porque suele haber grandes diferencias entre distintos protagonistas. En cambio, un cliché puede ser más bien un tropo típico de un género (como el del chico malo y la chica buena en el romance).
Aquí quiero resaltar la parte de que un cliché es algo que, no solo se hizo mucho, sino que siempre se hizo de la misma forma. En el ejemplo del chico malo y la chica buena, siempre es el chico con la campera de cuero, probablemente una moto ruidosa, el pasado tormentoso, que no sonríe y no cree en el amor. Ya ni hablemos del progreso de esa historia, que casi siempre va por el mismo camino. Pero si se hicieran algunos cambios, dejaría de ser cliché.
Claro que alguien vendrá a criticarlos de todas formas, pero ey, ustedes escriban lo que les gusta. La vida es muy corta para preocuparse demasiado por esto (y escribir un libro lleva demasiado tiempo... ¿o solo a mí?).
Ahora sí, pasemos a otra cosa. Hoy quería hablar de varios tropos conocidos y pongo énfasis en la palabra “hablar”. Más que aconsejarlos, me gustaría traer a la superficie algunos tropos de los que quizá no sean conscientes y dar mi opinión sobre ellos. Para esto, traje de invitada a una amiga que me hice gracias a la escritura, quien tiene su propio blog (al que pueden acceder aquí) y es una excelente lectora beta.
Me emociona mucho la idea de estar haciendo un trabajo colaborativo con ella y sé que tendrá cosas interesantes para agregar. Ya que tengo una lista larga de tropos que quiero discutir, decidí dividirlos en grupos y hoy hablaremos de los que suelen afectar a los personajes femeninos.
Alex: ¡Hola, hermosos lectores! Soy Alex, una beta de por ahí. Me emocioné mucho cuando Luna me propuso este artículo colaborativo, sobre todo cuando descubrí el tema, y me siento feliz de venir a conversar aquí.
Me fascina el tema de los tropos y los clichés y adoro aclarar confusiones frecuentes, como esta confusión de decirle cliché a todo. ¡No todo es cliché! Los tropos hacen los géneros. En la fantasía tenemos sistemas de magia y criaturas no humanas, en el terror tenemos acechanzas de criaturas o humanos malvados; no podemos decir que es cliché que alguien se asuste en el terror porque es un tropo, de eso se trata su género.
Oh, sí, quería añadir un dato curioso respecto al significado de “tropo” porque quizá alguien tenga la misma confusión que tuve algún tiempo: En retórica y liturgia se usa esta palabra para designar el uso de una palabra en un sentido diferente al que corresponde, aunque manteniendo cierta correspondencia o semejanza. Por ejemplo, la metáfora es un tropo. En latín es tropus, que a su vez viene del griego trópos; significa “vuelta, estilo, manera o melodía”.
Ahora sí, los tropos de los que hemos venido a charlar:
1-La chica virgen.
Luna: Originalmente iba a poner “la chica buena”, pero creo que mi problema es más específicamente con esto. Hay tantos mitos en la literatura sobre la virginidad femenina que me saturan. Como alguien que personalmente solía creer en ellos, me gustaría que dejemos de escribir estos mitos.
Aquí no pienso echarles la culpa a autores masculinos, porque lo he visto muchísimo más en autoras. Mujeres, conozcan mejor sus cuerpos por favor. No voy a darles una clase entera de biología, pero hay dos cosas en particular que circulan mucho.
La primera es que la primera vez teniendo sexo siempre duele y hasta puede ser un baño de sangre. No, no es cierto. Puede pasar, pero solo si los involucrados son unos inútiles o violentos. Con algo de juego previo, puede doler y sangrar poco o nada.
Lo segundo (y lo más irritante para mí) es esta moda de que una chica virgen es completamente ignorante de lo que los hombres tienen debajo de sus pantalones. Gente, virgen no es sinónimo de santa o infante. Los libros, películas y series tienen demasiada información como para ser tan ignorante.
Alex: Uy, quiero agregar algo a este último mito: Hasta las monjas saben cómo funciona el cuerpo humano. Ser “santa” (por apodo o por título) no hace que alguien no tenga ni idea de cómo funciona la reproducción humana. Además de que el apareamiento es súper instintivo y aunque los dos involucrados nunca se enteraran el nombre de sus genitales, aún podrían tener muchos hijos si hacen caso a sus instintos sexuales. ¿Cómo nos hemos venido reproduciendo? Pues así. Un infante sabe que tiene algo distinto porque se mira el cuerpo y se compara con sus contrarios.
Otra cosa que me incomoda de esta concepción deforme es que la chica es virgen porque es fanática religiosa y, por ende, idiota; o porque disque nunca ningún chico la pretendió.
Primero, quitemos ya ese irrespeto de ridiculizar a los cristianos (en la vida vi que tergiversaran otras corrientes de fe; para otros que no sean Jehová sí se informan). Si una chica quiere ser virgen por su fe o porque simplemente quiere ser virgen, ¡que lo sea! Sin tanto problema, no tiene nada de malo que alguien escoja tener sexo sólo con su pareja o de plano decantarse por el celibato.
Segundo, no todos los hombres son máquinas sexuales y es difícil creerse que una chica linda y educada nunca haya tenido ni un pretendiente. Sé que puede pasar que no sale con nadie, pero, por favor, ¿todas las vírgenes nunca fueron el blanco de ningún hombre? Es más común que alguien rechace la propuesta a que nunca le llegue nada.
Hay una relación que quiero desbaratar y es: virgen = no se divierte y es mojigata. A ver, que el sexo no es la única actividad que una pareja puede hacer para divertirse. En mi experiencia con otras mujeres y conmigo misma, me divierto mucho sin el sexo. No porque no tenga sexo alguien será calladito, el alma muerta de la fiesta y un aburrido que finge ignorancia para evitar “la incomodidad de esta cosa de la que todos nacemos, pero como no realizo me incomoda mucho y soy nerda y por eso no entiendo”.
Lo mismo sucede al contrario, en la vida real muchas mujeres sexualmente activas hasta se visten elegantes, son tranquilas o tienen caras de niña y casi resulta imposible comprender que se toman las anticonceptivas porque no quieren chiquitos todavía.
Luna: Eso último es algo súper interesante que se me pasó y es cierto. ¿Qué son esos estereotipos de que la chica virgen anda siempre vestida de rosa y con el pelo atado, pero la que tiene mucho sexo siempre usa escotes y tiene un tatuaje en la nalga izquierda (¿por qué no la derecha?)?
Chiste aparte, la experiencia sexual, o falta de ella, de una persona puede cambiar algunas cosas, pero no la personalidad (o necesidad de tener tatuajes en el lado izquierdo).
Alex: Quizá se trate de un fetiche desconocido. Entonces, sinister, filia, ¡sinisfilia!… Ya, me callo jaja.
2-La damisela en peligro.
Luna: Es un tropo súper conocido y ya se ha ridiculizado un montón por ser tan usado y estar tan pasado de moda. Sin embargo, he notado ciertas cosas en el entretenimiento moderno ante las que solo puedo reír de la ironía.
Particularmente en películas de superhéroes, debido a que son adaptaciones de cómics viejos donde el tropo todavía era muy común, he visto la manera en que quieren hacer parecer que las compañeras femeninas del superhéroe no son damiselas en peligros. A veces hasta las escuchas decir “no soy una damisela en peligro”.
El problema es que dicen eso y luego proceden a ser exactamente eso. No pasa mucho antes de que el héroe tenga que salvarlas, ya que él tiene poderes y ella no. (*Alex se ríe a carcajadas de este chiste involuntario*).
Como dije antes, estos escritores están en aprietos porque están adaptando material viejo (y la de críticas que se comen si quieren salirse mucho de eso), pero acá estamos escritores creando nuestro propio material original.
Alex: Eso o ignoran los cómics donde las chicas son autosuficientes como heroínas… O los adaptan mal; no leo cómics, pero la cantidad de frikis quejándose de malas adaptaciones de personajes femeninos es enorme.
Luna: Si quieres escapar del tropo, la respuesta no es tener a la mujer humana decir que no es una damisela en peligro, sino darle equidad. Déjala tener sus propias habilidades y/o poderes. Si su compañero masculino es súper fuerte, que ella sea súper inteligente o viceversa.
Eso sí, equidad no es que hagan lo mismo, simplemente que ambos sean igual de útiles y relevantes a la historia. Incluso si uno es el protagonista y el otro no, ambos pueden al menos servir de algo en los momentos críticos.
Alex: La mejor manera es hacerlos un complemento. Por eso en la vida real las mujeres tienden a ser sensibles y los hombres racionales, uno ve más a futuro y el otro a presente; ambos son igualmente importantes y complementan las habilidades del otro. Y ojo que digo “tienden”, sé que no es regla absoluta.
Luna: Ojo también, no significa que estés obligado/a a hacer a todas tus mujeres útiles. La damisela en peligro aplica más a la compañera del protagonista.
Si vas a poner una mujer para tu personaje principal, va a tener bastante cámara. Entonces, no dejes que tus lectores se aburren al leerla. Trata de hacerla un personaje tridimensional y útil, más que alguien que solo sirve de rehén.
Relevante para la trama no significa que exista en la trama, sino que tome decisiones que mueven la historia.
Alex: Qué buena esa última línea. Anótela, Mario Hugo. Y creo que complementaré eso mismo. Los personajes protagónicos deben ser activos, no reactivos. Deben tomar decisiones no sólo porque les pase algo, sino porque quieren hacer algo, porque piensan que necesitan hacer algo.
Por ejemplo, si la protagonista femenina es secuestrada, pero a causa de eso busca una manera de ganarse al secuestrador, de hacerlo enojar para que su reacción sea a favor de sus compañeros, de encontrar su punto débil, quiere abrir una brecha para sus rescatadores y crea ella misma un plan para salvarse poniendo ella misma de su parte y, en general, haciendo algo por su cuenta, entonces estamos hablando de un personaje activo. Ya no es sólo la chica secuestrada, sin ella los demás no habrían entrado y no hubieran sabido cómo vencer al villano de turno porque ella les dio lo necesario para que lo consiguieran todos en equipo.
Igual, el secuestro se ha vuelto cliché en el entretenimiento de acción, sirve más en thrillers y horror psicológico. Mejor que poner al personaje femenino en peligro es que ella sea el peligro.
Luna: jo jo *anota la frase para su próxima novela*
3-La mujer en el refrigerador.
Luna: Este es un tropo que tal vez no suene tan común, pero créanme cuando les digo que se ha hecho un montón (y siempre de la misma forma).
Nuevamente se trata de un tropo que afecta a la compañera del protagonista masculino. El nombre viene de uno de los cómics de Linterna Verde, en el que el protagonista se encuentra con que su enemigo mató a su novia y guardó el cadáver en la nevera.
El tropo, sin embargo, se refiere a cualquier caso en que la compañera mujer es asesinada o herida para que el protagonista masculino se decida a hacer algo. Generalmente, no se lo considera el mismo tropo si los personajes no eran pareja y las quejas vienen más cuando la que muere es la mujer, aunque para mí si fuese inverso sería igual de cliché.
Alex: Básicamente el difunto sólo sirve para hacer que nos divirtamos con las peripecias del viudo jaja. Ok, ya, pero sí hay que tener cuidado con hacer que la muerte de un personaje sirva sólo para que otro haga algo; ese algo no debe ser tan simple como “me quedo quieto hasta que este se muera”.
Luna: Es que, ¿por qué siempre tiene que ser la pareja? ¿Estos protagonistas no tienen familia, amigos, un perrito? (Mentira, no toquen a los perritos que lloro). También al villano: ¿tan débil eres que no puedes atacar al héroe directamente? Consíguete otro trabajo, entonces.
Alex: Bueno, quizá porque hacer sufrir en vida arrancando lo que la otra persona más ama es una forma muy cruel de actuar. Empero, matar únicamente a la esposa o novia es casi cobarde; un villano real se vuela a toda la familia y amigos. Nada de sólo una persona, si odia tanto al rubio menemista, que se eche a su pareja, a su mejor amigo, la novia del mejor amigo, los compitas del trabajo y hasta al perro.
Luna: Que a los perros no D:
Alex: Ay, es que me acordé de Araki con villanos patea animalitos, esos son despiadados a tope; *carita sad*… Pero está bien, salvemos a los perritos. Continúe, Luna.
Luna: La muerte de un personaje sin duda debería mover la trama o forzar a otro personaje a tomar una decisión, pero debería haber más que eso. Lo que digo es que, si van a usar este tropo, denle otra dirección.
Quizás la esposa no muere a manos del villano sino de una enfermedad, quizás lo hace sacrificándose por él o por alguna otra decisión que tomó ella misma. El problema sigue siendo cuando esta mujer no es más que un elemento para que avance la trama de otro. Como dije antes, ser relevante no es solo existir (guau, me voy a hacer una remera con eso).
Alex: Acabo de pensar que casi pareciera que dicha esposa no tiene familia. Casi nunca salen padres, hermanos, primos… ¿Sólo el esposo tomaría venganza? Yo digo que el hermano y la prima que la quería como hermana son los que deben tomarse la libertad de juntar armas para vengar a la difunta. O, incluso, sería algo interesante de ver que no sea el esposo quien quiera irse de violento eliminando una mafia entera, sino los padres o los hermanos de ella. Algo así como que el esposo sea pacífico, no sepa un quinto de armas o esté muy afectado como para hacer su propia justicia y sólo les dice algo como “conseguí esta dirección y una lista de nombres. Vayan y hágalos arrepentirse de haber nacido”, o algo así muy intenso.
Luna: Good shit.
4-La mujer fuerte.
Luna: Llegamos al cuarto tropo, el cual es casi un opuesto de los anteriores. Debido a los reclamos que hay últimamente para que los personajes femeninos dejen de ser un cero a la izquierda en historias de protagonistas masculinos, estos días está de moda crear mujeres con características que suelen darse a los hombres.
La principal de ellas es sin duda la fuerza física, y no tiene nada de malo, pero me molesta cuando suele venir de la mano con una total falta de personalidad.
Jamás fui fanática de las películas de acción y creo que el mayor motivo es que siempre tenían a personajes cuya personalidad era ser habilidosos en algo. Lo siento, pero una escena de persecución no me va a parecer épica si no me importa que todos mueran.
Lo mismo me pasa con estas mujeres-hombres que tenemos últimamente. No necesitan ser piedras sin sentimientos o personalidad. ¿No saben hacer chistes, llorar de vez en cuando, sentirse incómodas en ciertas situaciones? ¡Algo!
Alex: Aparte de que eliminan de ellas todo lo considerado femenino, entonces técnicamente son machos alfa con cuerpo de mujer. ¿Nunca han visto atletas y luchadoras de artes marciales? Muchas son súper coquetas fuera del gimnasio y no andan con gestos típicamente masculinos para hacer saber que “son fuertes”.
Luna: En términos generales, no puedo agarrarle cariño a un personaje que no sufre de alguna forma o que no tenga una vida más allá de la trama (una familia, pareja, amigos). Y el motivo es simple, no es realista, no me lo creo ni tampoco me parece entretenido.
Alex: El trauma puede obstaculizar sus vidas, pero muchos de sus deseos son destruidos por el trauma en vez de que estos salgan sólo gracias al trauma. En resumen: La gente no hace su vida en torno a un trauma ni sus personalidades son el trauma.
Luna: Ya que mencioné el tema de la pareja también. ¿Cuál es el problema con que una mujer “fuerte” tenga pareja? No me importa que sea hombre o mujer, nadie es menos por enamorarse. (Alex: ¡Exacto!) No es una necesidad tampoco, pero veo que en casi todos estos casos de mujeres fuertes no hay indicio de que siquiera les interese o haya interesado alguien.
Alex: Eso o menosprecian a quienes tienen parejas o al romance en general. Vamos, eso no es sinónimo de fuerte, sino de resentimiento (no me creo que ese rechazo sea por gustos propios o personalidad, siempre hay una especie de ira detrás).
Luna: Hoy sacamos todas las armas por si no lo notaron XD
Alex: Me gustan los destripamientos, jajaja.
Luna: Claro que esto es más si van a ser personajes principales. Como secundarias sin duda es lo mejor de lo mejor ver a una mujer grande y fuerte entrar a patear a todos. No necesito más, ya la amo.
Pero no es tan difícil crear a una mujer con la fuerza de un hombre y hacerla interesante. En mi caso, mi ejemplo preferido de esto siempre será Brienne de Tarth en Juego de Tronos. (Algún día le dedicaré una entrada, o varias, a esta serie).
Alex: Quiero añadir que la fortaleza mental y emocional está tan infravalorada que me duele. De verdad que cuando dicen “esta es una mujer fuerte” yo ya pierdo el 80% del interés porque sé que lo más probable es que esté a tope de hormonas o sea la típica chica ruda masculina que odia el rosado “porque es de mujeres”. Una mujer puede ser fuerte tanto física como mentalmente, puede ser fuerte sólo de mente y seguirá siendo un mujerón. Detesto eso de que si no patea traseros entonces no es importante o no es “en realidad fuerte”.
Si me han leído, sabrán lo mucho que me gusta Antígona, y es que esa mujer sí es fuerte. Quienes no la conocen, ella fue hija de Edipo y tiene su propio mito: Desobedeció el edicto de no enterrar a su hermano y fue ella misma a enterrarlo a costa de sentencia de muerte. Ella se le plantó al rey y dijo “me importa un comino su edicto, que mi deber es darle sepultura adecuada a mi hermano y mi deber mayor es con mi familia y con los dioses”. No dijo eso tal cual, pero ustedes entienden. Eso es fortaleza de corazón, de valores, de amor y una gran piedad.
Está bien que la chica sepa artes marciales o sea una bestia en temas de estrategia e inteligencia mental, pero que eso venga con una personalidad propia que no se base en dicha fortaleza. La fortaleza debe ser parte de las características del personaje, no su identidad completa.
Luna: Alex, que tienes toda una entrada dedicada a este tema. Yo la leí. Aprovecha a citarla *guiño*
Luna: Ohh, llegamos al tope de los fenómenos actuales de personajes femeninos. Lo he visto en varones también, pero es más común en mujeres y ha llegado tan lejos que algunas adolescentes influenciables en la vida real comenzaron a creérselo.
Este personaje puede ser tanto protagonista (narrando su propia historia) como interés amoroso (narrado desde la perspectiva de otro). En ambos casos, su descripción siempre es la misma: “ella no es como las otras chicas, ella... *inserte hábito que millones de chicas tienen*.
Alex: Jajaja, ay, me da mucha risa esto. Me acuerdo que antes los otakus éramos bulleados, ahora es como “es que no soy como las demás porque vi Digimon y me gusta usar pantalón en vez de falda”. Se ve ridículo, los gustos no hacen menos a las personas.
Luna: No entiendo esta necesidad de que un personaje necesite ser especial a base de ser diferente e, implícitamente, mejor que otros. ¿Qué idea es esta? Una chica no es superior porque no le gusten los vestidos o las bandas de pop, porque prefiera leer que salir a bailar, o estudiar más que salir con chicos.
Alex: Además de que puede ser ambas sin ningún problema. A mi me gusta reunirme con amigos a charlar y tomarnos algo en casa de alguno y también quedarme en casa y jugar los Sims; no soy mejor ni peor por eso.
Luna: Alex, ¿qué te parece aprovechar a mencionar cosas que nos gustan y que quizás algún señoro/a no nos creería que nos gustan, pero también leemos y escribimos mucho? Empiezo yo, amo las películas de superhéroes (algún día haré una entrada de porque Tony Stark es mi personaje preferido en el UCM) y el kpop (al que le moleste que me avise, así les empiezo a spamear con las letras que se están perdiendo). También amo los musicales y fanfics (de hecho escribí varios) (No, no paso links *corre*).
Alex: A ver, ¿qué puede ser? Es que para mí es de lo más normal jaja. Escucho y me encanta el rock y el pop japonés, y leo homoerótica de vez en cuando porque me hace mucha gracia. El k-pop también me gusta, pero lo escucho menos. Amo las pelis de terror, de zombies y las de acción; me encantan las que son de cine alternativo y asiáticas porque tienen unas ideas súper locas que una queda con el cerebro hecho bolitas. El UCM también me parece genial en conjunto con el animado de DC, aún con toda su propaganda política y guiños de armamento militar jaja.
Luna: Yo creo que aquí los problemas son dos. El primero es ese complejo de superioridad casi misógino por parte del personaje o del autor. Como dije, nadie es superior por tener intereses diferentes.
El segundo para mí, de nuevo, es la falta de personalidad. Bien, le gustan los libros y no las fiestas, puedo identificarme con eso, pero ¿qué más? ¿Es dulce, atrevida, cariñosa, tímida, aventurera? ¿Cuáles son sus inseguridades, sus miedos?
Alex: Luna, ¿qué no está leyendo que le gustan los libros? Su peor miedo es que se queme una biblioteca y que la conviertan en una discoteca donde irán las populares plásticas a ligar.
Luna: Qué manera de reírme con eso.
Alex: Jajaja, pero ya, en serio. Los gustos no modelan la personalidad, sino que forman parte de la misma.
Aunque, yo destacaría otro punto extra como problema: idealización. Es que hay una idealización dantesca sobre la “revolución”, que cuando algo es ligeramente diferente o lo satanizan o lo ponen en altar. No hablaré de esto en la sociedad porque no viene al caso, sino en cuestión del mundillo de cada personaje: el problema es que si alguien se relaciona con muchos rubios, cuando aparece alguien de pelo negro este se verá súper raro y genial. Lo mismo a la inversa.
Si me rodeo de idiotas, cuando me encuentre a alguien con mínimo de criterio y conocimiento básico entonces lo voy a ver como a alguien maravilloso. Es normal, pero en la ficción esto se exagera y los personajes no son conscientes de que se rodean con gente que no le son de provecho.
¿Cómo pretendo conseguir a un chico o chica que ame los libros si suelo buscar en discotecas y tiendas de videojuegos? Mejor busco una biblioteca o foros de libros y tendré más posibilidad de encontrar a esa persona que busco.
Los personajes tienen el problema de andar con gente que no son su tipo y luego andan con su labia de “usted no es como los demás”; obvio no, querido personaje, no está buscando donde debe. Si algo va contra corriente no significa que sea bueno. Los criminales son minoría poblacional y no les decimos “usted no es como los demás, sea mi esposo”.
Luna: Eso me faltó. Es obvio que cuando alguien te llama la atención es porque tiene algo distintos a los demás, pero esto es muy diferente a creer que esa persona es superior o la única en el mundo que tiene esos intereses/hábitos.
Creo que estos personajes también suelen caer mucho en la inactividad. Si son protagonistas, su único objetivo suele ser gustarle a alguien. Si son el interés amoroso, suelen ser nada más que un objeto de deseo que el protagonista nunca se dedica realmente a conocer. No suelen traer nada a la mesa.
A veces el autor/a trata de defenderse poniéndole algún hobby (que casi siempre es leer) y una ambición (como buscar un trabajo relacionado a lo que le gusta), pero nunca vemos eso siendo parte de la trama, así que de poco sirve.
Alex: Ay, sí, esto de conocer al personaje es muy descuidado. Se idealiza, como dije antes, que dicha persona sea un poquito diferente a lo que normalmente lo rodea y deja de ser persona: se convierte en un ideal nada más.
Admito que este tropo me fastidia porque ocurre también en los hombres en plan “usted no es mujeriego ni violento y me cuida, no es como los demás chicos”. ¿Perdón? ¿Usted, autor o autora, me quiere decir que piensa que todos los hombres son unos descerebrados violentos que sólo piensan en sexo y no tienen ni un ápice de empatía? Al mismo tiempo las chicas son, aplicado el tropo vuelto cliché, tontas, superficiales y unas inútiles en cualquier campo académico.
La manera más fácil de deshacerse de esta construcción es no idealizar gustos… O que lo haga el personaje y que luego se percate de ello como parte de su aprendizaje porque el narrador sabe que nadie vale más porque le guste leer a Virgilio en vez de tomarse una copa de vino (aunque para mí esas cosas van muy bien juntas, *equis de*).
Luna: Ohh, acabo de cambiar mi idea de la cita perfecta.
Alex: Soy una romántica empedernida.
6-La madre.
Alex: O debería decir “las madres que sólo son madres”. Yo no entiendo por qué cuando una mujer es madre automáticamente sólo sabe ser madre y es puro estereotipo de madre. Que si tiene que trabajar sólo lo hace por su familia, pero no vemos que ambicione alguna meta personal; que si quiere dedicarse al hogar lo hace porque bueno, es mamá y las mamás son dedicadas al hogar, como si lo hiciera en automático y no como algo que le llena el alma y le gusta.
Las mamás siguen teniendo otros propósitos de vida. Aman a sus hijos y les dedican tiempo, pero tampoco es que pasen 24/7 pensando en sus hijos, ¿qué hay de sus parejas y de sí mismas? Yo sé que en el matrimonio cada parte debe tener de prioridad al otro porque el egoísmo sólo enviará todo al caño, pero de ahí a que el personaje no tenga gustos ni pasatiempos propios es irreal.
Estos personajes son muy caricatura de “regaño como madre, doy de comer como madre y hago todo como madre”. Es que ser madre es parte de ella, pero no debe ser ella. Y de paso, siempre se quedan colgando en un conflicto porque, pues..., son madres. Son Deméter, no hacen sus labores ni nada si su hija casada no está a su lado por tres meses. Luna, ¿usted qué opina de las madres en la ficción?
Luna: *acaricia a su gato que no tiene*. Pues mire, pequeña Alex. Esto es lo que opino *toma gaseosa de una copa de vino*.
Curiosamente, esto me recuerda a algo que aprendí sobre Hollywood y cada vez me doy más cuenta de que es real. Es esto de que las actrices que llegan a cierta edad solo pueden hacer de madre (salvo pocos casos muy excepcionales). Desde ahí el por qué hay tantos actores más mayorcitos con actrices bastante jóvenes para ellos.
No he leído libros donde una madre sea un personaje principal o protagonista, pero sin duda me adhiero a que hay tendencia a reducirlas al rol de madre y nada más.
Alex: Es cierto, cuesta mucho encontrar madres relevantes. Digo, en el terror no cuenta porque las víctimas casi siempre son un grupo de amigos o una familia entera, pero en otros géneros la mamá es mamá y nada más.
Me gustó mucho la película Onward y uno de mis motivos es porque la madre de los hermanos participa activamente en los acontecimientos de la trama. Ella busca a sus hijos, intenta ayudarlos, se acompaña de la Mantícora (qué buena esa bicha jaja) y es, en general, un secundario relevante.
En el libro Tres enanos y pico sé que la mamá del protagonista también ayuda mucho y como que se mete a comandar el ejército enano. En Pepermint, otra película, también la prota es mamá, pero como es peli de acción tenemos una historia de venganza donde hay una familia muerta y eso… Pero se desquitó con la mamá carebarro que le hizo bullying a su hija y eso me gustó mucho más que hiciera comer plomo al cartel de droga, *equis de*.
Luna: Lo que después pensé sobre este tema es también la costumbre de que cuando los personajes superan cierta edad, en particular las mujeres, casi siempre son madres y ya. Hay muchas mujeres con más de 40 que no son madres ni amargadas por no serlo, algunas hasta son solteras aún y lo disfrutan. Quiero más mujeres mayores haciendo lo que se les dé la gana.
Alex: Cierto, también quiero ver eso.
7-La anciana sabia.
Alex: Aquí entran las chamanas, sacerdotisas y personajes femeninos mágicos que se ven jóvenes aunque tengan 8000 años.
El problema con estos personajes es que siempre se van a los extremos referente a la edad. Creo que hay tres polos principales: 1: Como son ancianas todo gira en torno a que son ancianas y viejas y ancianas con experiencias y viejas y ancianas…, y viejas. 2: Si se ven jóvenes posiblemente tengan personalidad de quinceañera hiperactiva porque la vejez no impide ser siempre niños y se ve como niña, así que debe comportarse como joven y las peripecias de la vida la hacen jovial y esperanzada y no sé qué más. 3: Aunque se vea joven es vieja en el fondo y por eso tiene un carácter serio y desinteresado, dice todo con tranquilidad porque es vieja y no tiene prisa con nada.
Yo entiendo que la edad y las experiencias influyen en la forma de ser de cada quien, pero es que el problema es ese: no tienen personalidad y su carácter es una caricatura de edad o de apariencia. El peso de la edad es falsamente gigantesco o es inexistente. Aparte de que estos personajes son sólo la curandera o la adivina que habla sobre la profecía, nada más eso.
Luna: La última parte es a lo que más me quiero adherir. Recuerdo haber visto un vídeo sobre el tropo de los “mentores” en la ficción y, ahora que sale esto, me parece curioso que cuando la historia tiene a un viejo sabio, casi siempre es alguien cercano a un personaje principal y por ende vemos mucho de él. Sin embargo, cuando es una vieja sabia, aparece una o dos veces en toda la trama y hasta la vista.
El tropo del mentor se da muy de seguido, ¿podemos empezar a tener mentoras? Lo otro es que si pueden ser mentoras de varones, mucho mejor. Cuando pienso en mujeres mayores que ayudan/guían bastante al personaje principal, es porque es una chica y son todos consejos de “mujer a mujer”.
Cuando el mentor le da consejos a su protegido, no es “sabiduría masculina”, entonces ¿podemos tener más mentoras que son sabias ya sea que hablen con un nene o nena? Creo que eso es todo lo que agregaría sobre este tema.
Alex: Pero fue divertido e interesante, *carita feliz*.
En fin, esto ya se alargó un montón. Les advertí que sería un mamarracho, pero espero que hayan podido sacar algo. De nuevo, nadie aquí está apuntándolos con un arma para que escriban ciertos personajes. Las dos solo queríamos hablar de algunos tropos que nos gustaría que tuvieran un nuevo giro. Con suerte esto les dio alguna inspiración.
Me despido por hoy y le doy mil gracias a Alex por su aporte. Puede ser, o no, que esté pensando en hacer una entrada sobre personajes masculinos ahora y puede ser, o no, que vuelva a llamarla para eso. ¿Quién sabe? Yo me despido aquí, no se olviden de visitar el blog de Alex para ver sus consejos también y, como siempre, ¡mucha suerte con sus escritos!
Alex: Fue un placer haber venido aquí y conversar con Luna y con ustedes. Muchos éxitos. Atentamente, una beta de por ahí, ¡chao!
Corte comercial:
Quiero aprovechar para recordarles que mi novela de fantasía urbana está disponible tanto en formato digital como físico, pueden adquirirla desde cualquier parte del mundo. También tiene su perfil en Goodreads si quieren añadirla a su lista para no olvidarse o dejar su opinión. Y ya que estoy, quiero dejar la reseña que Alex le hizo al libro, que fue súper linda.
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