top of page
Foto del escritorLuna G.

El Diablo Viste a la Moda (análisis)

Muy bien, la película que estuvo perdiendo todas las votaciones hasta ahora, pero esta vez no hubo votación porque es la última película en mi lista para analizar, de momento, así ya pasamos a series.


Esta vez sí voy a hacer algo similar a lo que hice con mi análisis de Joker, porque creo que esta película tiene algo que hace extremadamente bien y algo en lo que falló muchísimo. Entonces, veamos cuáles son estas dos cosas.


Recuerden que estos análisis son para gente que ya haya visto la película porque no es una reseña.


Positivo: mostrar vs decir.


Antes de empezar me gustaría realmente darle mis elogios a esta película. Yo creo que, si alguien escucha de una obra que habla sobre una chica trabajando para una revista de moda, es probable que piense que está más dirigida a adolescentes y mujeres. Pero yo pienso que los guionistas lograron crear algo que está muy bien hecho y puede ser sumamente entretenido para cualquiera.


Una de las cosas que, en mi opinión hacen a la película tan atrapante sin duda son los personajes. Yo creo que la trama de una chica corriendo para hacerle mandados a su jefa nunca habría sido tan buena si no fuese por los personajes tan bien hechos y, por supuesto, interpretados por excelentes actrices.


Y algo muy importante, que hace que los personajes sean tan atrapantes, es la excelente forma en que los guionistas deciden mostrar más que decir. Para esto pienso que no hay mejores ejemplos que la introducción de cada uno.

En el caso de Andy (Anne Hathaway) tal vez sea una técnica algo difícil de usar para nosotros escritores de libros, porque es mucho más visual. Es mostrar con imágenes lo distinta que es su vida, en comparación a las otras chicas que trabajan ya en la revista.


En cambio, un ejemplo del que sí podemos aprender un montón es la introducción de Miranda (Meryl Streep). Todos sabemos que un personaje interpretado por Meryl Streep va a salir bien debido a su inmenso talento, pero en este caso hay que darles mucho mérito a los guionistas.


Lo que tiene de increíble la introducción de Miranda es que los escritores fácilmente podrían haber hecho que Emily (Emily Blunt) le diga a Andy: “te advierto que Miranda es una jefa muy difícil. Tiene expectativas inalcanzables, pero nadie la contradice porque es una genia de la moda que todos respetan por su inmenso talento”.


Pero ese no es el caso. La primera vez que llegamos a saber algo de Miranda no es a través de exposición, sino de mostrar.


Emily recibe una llamada advirtiéndole que su jefa va a llegar temprano y, de la nada, todos comienzan a entrar en pánico. Andy mira con total confusión la forma en que los empleados corren de un lado a otro acomodando sus papeles y arreglando su apariencia.


Cuando Miranda llega al edificio, observamos la forma en que todos, incluso los que no parecen trabajar allí, la reconocen y se aseguran de no meterse en su camino. Y cuando al fin la escuchamos hablar, oímos sus pedidos que nos dicen mucho de la manera en que ella trabaja y lo que espera de otros.


Eso es mostrar en lugar de decir. El comportamiento de los empleados, sumado al diálogo de Miranda, son lo que nos da a entrever tanto de su carácter y de cómo las otras personas la ven.


Los trabajadores podrían rehusarse a seguir sus expectativas imposibles, pero no lo hacen y eso nos muestra que ella debe haberse ganado su respeto, debe haberles demostrado los beneficios de obedecerla. Sabemos de inmediato que Miranda no solo es muy respetada, sino que se lo ha ganado, y eso se ve con cada escena que pasa.


Lo que yo creo que muchos debemos aprender aquí es el cómo construir un personaje que es temido. No imagino la cantidad de historias que existen en la que se pasan mucho tiempo hablando de un héroe o villano que es, supuestamente, la persona más poderosa e inigualable en todo el mundo, pero luego resulta que el protagonista o alguien les gana con gran facilidad.


Eso hace que las expectativas construidas alrededor de ese personaje parezcan estúpidas o injustificadas. Si era tan poderoso o inteligente, ¿cómo es que fue tan fácil ganarle?


El caso de Miranda es lo opuesto. Nuestras expectativas no nacen de oír sobre su genio y talento por más de una hora de película, antes de que podamos verla. Se construyen en solo unos minutos y se justifican en cada escena en la que aparece.


Entonces, recuerden esto: si van a tener un personaje que es muy admirado, respetado e incluso temido, háganlo bien. No nos digan que todos lo admiran porque sí, muéstrenlo, déjenos verlo/a en acción y que se gane nuestro respeto también.


Lo otro que podemos aprender aquí es cómo introducir el conflicto, incluso antes de que ocurra. Las imágenes que vimos del estilo de vida de Andy, comparadas a lo que vemos cuando Miranda aparece, ya nos dejan en claro lo distintas que son ambas.


Pero es más que eso. En cuanto Andy llega al edificio, Emily ya le explica lo difícil que es trabajar para Miranda, lo cual se demuestra en cuanto Miranda aparece. Sabemos, por la lista de pedidos imposibles que ella hace apenas comienza a hablar, que no será nada fácil para Andy estar en ese trabajo, en especial por la forma en que ya vimos que a ella no le interesa la moda.


En conclusión, El Diablo Viste a la Moda nos da muy buenos ejemplos de mostrar en lugar de decir, y de introducir personajes, en especial un antagonista y conflicto.


Negativo: el mensaje.


Esta es la parte en la que creo que la película falló en grande. Si bien fue creada en una época en la que el feminismo aún no era tan fuerte como ahora, mucho en la historia está dirigido a las mujeres.


La trama nos hace creer que está representando a la mujer moderna, aquella con sueños y ambiciones por las que sale a trabajar duro, en lugar de quedarse en casa a cocinar.


También hace visible los problemas que eso trae en la sociedad machista, en la que un hombre puede trabajar largas horas y llegar tarde sin que nadie se lo reproche, pero cuando la mujer lo hace es un problema.


Durante toda la película vemos a Andy siendo constantemente criticada por su novio, familiares y amigos por pasar tanto tiempo en el trabajo. Luego tenemos una escena en la que Miranda anuncia su divorcio, y explica que no es el primero y la manera en que los medios la critican por estar “obsesionada” con su trabajo.


Incluso hay una escena en la que Andy la defiende y nos muestra lo que la película quiere representar cuando dice: “de acuerdo, tal vez ella sea algo dura, pero si Miranda fuese un hombre, nadie notaría nada más que lo buena que es en su trabajo”.


Entonces, pasamos toda una película en la que nuestra protagonista está aprendiendo sobre lo difícil que es ser aceptada por trabajar duro y perseguir tus sueños. Pero, como he explicado en otras entradas, el mensaje realmente se transmite dependiendo del final.


En este caso, uno se imagina que la historia terminaría con los conocidos de Andy reconociendo que debieron haberla apoyado más, o ella misma reclamándoselo. Pero eso no ocurre.


El hecho de que Andy renuncie a su trabajo no me parece que sea lo malo. Desde el comienzo ella nunca estuvo interesada en una carrera sobre la moda, y también acababa de presenciar a Miranda, no solo trabajando duro, sino intencionalmente traicionando la confianza de un amigo por su puesto. No está mal que la abandone luego de eso.


El problema es con la escena en la que Andy se reúne con su novio que no la había apoyado en toda la película y, en lugar de hacerle notar eso, se disculpa ella.


¿Cuál es el mensaje entonces? ¿Si a tus amigos no les gusta, no trabajes? O ¿trabaja, pero solo si no te ocupa mucho tiempo? ¿Cómo es eso un buen mensaje para las mujeres modernas? Al final, seguimos en lo mismo en lo que estábamos antes, el trabajo duro es solo para los hombres.


Es decir, habría estado bien si reconocían que el problema era solo que Miranda era muy exigente. Pero hubiese sido mejor si en algún momento los amigos de Andy estaban de acuerdo con ella en que solo estaría allí un tiempo, para conocer personas importantes y abrir sus puertas a increíbles puestos de trabajo.


Pero no, en su lugar terminamos con Andy disculpándose con los demás por trabajar duro por sus sueños.


En resumen, El Diablo Viste a la Moda es una película que está muy bien escrita, pero falló por completo en dar el mensaje que corresponde con los temas que pretendía representar. Así que ya lo saben, tengan en claro qué es lo que quieren decir con sus historias y sean consistentes con ello.


Nos despedimos aquí y, como siempre, mucha suerte en sus escritos.

1008 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Комментарии


Publicar: Blog2_Post
bottom of page