top of page

Arco de personaje

Bien, esta sería la última parte sobre la estructura básica de una historia, solo que aquí vamos a hablar más de personajes que de historia.


Arco argumental vs. Arco de personaje:


Primero, hagamos una distinción entre arco argumental y arco de personaje, además de definir ambos para quienes no conozcan los términos.


Un arco argumental es una parte de la historia que cumple con la estructura básica: introducción, desarrollo y desenlace. De estos vamos a tener muchísimos en una trama más larga. Pueden desarrollarse en una escena o en varios capítulos y son los secundarios a la trama principal.


Algo que distingue a la novela de otros formatos (cuento, novella, etc.) es el uso de arcos argumentales o tramas secundarias. Es lo que hace que la historia se alargue. Cuando nos centramos en una sola trama, por supuesto nuestro libro durará menos y entrará en las otras categorías mencionadas.


Por otro lado, tenemos los arcos de personaje. Estos seguramente estarán ligados a las tramas secundarias tanto como la principal y, si bien siguen la misma estructura (introducción, desarrollo y conclusión), se definen por más que un simple conflicto a resolver.


Esto ocurre porque nuestros personajes, a diferencia de la historia, representan a las personas y las personas somos mucho más complicadas. Tenemos distintas ambiciones y tomamos muchas decisiones que nos llevan por diferentes caminos. Aprendemos, crecemos y cambiamos.


Deseo vs. Necesidad:


Entonces, un arco de personaje está más definido por otras dos palabras: deseo y necesidad (de nuevo tendré que pedirles que se guarden los chistes de sexo). Deseo se refiere a una ambición externa, y necesidad a una interna.


Durante una historia, los personajes que tengan un arco comenzarán con un deseo. Algo que quieren conseguir porque creen que es lo que necesitan, y a esto se le llama “la mentira que el personaje cree”, un término popular en literatura. Se le llama una mentira porque, más tarde, los personajes descubren su necesidad. Se dan cuenta de que lo que querían en realidad no era lo que necesitaban y ahí es cuando se produce el cambio.


Deseo:


El deseo es algo que vendrá a nuestros personajes poco después del incidente incitador, porque es el que cambia todo el rumbo de la vida del protagonista. En el caso de personajes secundarios, este deseo puede estar ya implantado en ellos antes de que comience la historia. 


Digamos que tenemos a una protagonista que comienza siendo pobre. Como no conoce otro estilo de vida, no se le ocurre que puede cambiarlo, pero el incidente incitador es que ella pasa por un estudio de ballet y, al ver sus prácticas, comienza a soñar con ser bailarina.


Mientras persigue ese sueño alguien le enseña que, para ser una bailarina consagrada, deber ganar una competencia importante. Ahora su objetivo es aún más grande, más específico y más difícil de conseguir. Pero ella tiene la firme creencia de que necesita ganar para ser una bailarina de verdad.


Ese es el deseo y es la mentira que ella creerá durante gran parte de la historia.


Necesidad:


Siguiendo con la misma trama, imaginemos que esa niña comienza a perseguir su ambición, trabaja muy duro, práctica por largas horas, y su personalidad comienza a cambiar. Empieza a ser menos humilde y más exigente, más obstinada, tal vez incluso fría con sus seres queridos.


La necesidad es una revelación que le cae a nuestros personajes alrededor del climax, ya sea antes o después del mismo.


En el caso de nuestra bailarina, digamos que por su nuevo carácter termina hiriendo a alguien a quien quiere y, justo antes de la gran competencia (climax), decide abandonar la competencia y regresar a su familia. Dice que no necesita ganar para saber que ya es una bailarina y continúa su carrera sin la necesidad de tener esa validación extra, solo disfrutando de hacer lo que le gusta.


Si fuese luego del climax, ella puede perder la competencia y decir que no le importa, porque no necesita ganar para saber lo mucho que se esforzó y cuánto le gusta bailar.


En cualquiera de los dos casos, lo importante es que hay un cambio en ella. Se da cuenta de que lo que quería no era lo que necesitaba. Este tipo de arco es el que le da profundidad a un personaje, lo hace más humano.


Entonces, ¿debo darle un arco de personaje a mi protagonista?


Lo creas o no, la respuesta es no. No es ninguna obligación que tu protagonista, personajes principales o secundarios tengan un cambio a lo largo de la historia. De hecho, hay muchas historias que no lo tienen.


Un ejemplo podría ser Charlie Buckett (Charlie y la Fábrica de Chocolate de Roald Dahl). Al comienzo de la historia Charlie quiere poder visitar la fábrica de chocolate y ganar el gran premio de Wonka. Él comienza siendo un niño humilde y tierno, y al final de la historia se gana el premio precisamente por eso.


Entonces, él no tuvo ningún cambio durante la trama. Es la misma persona al comienzo y al final. ¿Hizo eso que el libro sea malo? No, es una historia muy famosa que cuenta ya con dos adaptaciones a la pantalla grande y a mucha gente le encanta.


Ahora, el truco con esa historia es que fue escrita para niños. En cambio, si escribes para un público más maduro, no es tan fácil salirte con la tuya si no incluyes un arco de personaje. Las personas mayores son más exigentes con lo que leen y un personaje estático suele ser motivo de crítica.


Dicho esto, es posible lograr una trama lo suficientemente interesante para que este asunto no sea un problema. En la primera temporada de The Witcher, el personaje principal, Geralt, no pasa por ningún tipo de cambio de personalidad y aun así esta es una de las series más vistas de Netflix. Ha recibido críticas, sin duda, pero el que su protagonista no cambie no es una que se ha oído mucho.


Igualmente, hay que tener en cuenta que esta serie ha tenido solo una temporada de ocho capítulos hasta ahora, y la historia sigue a más personajes que solo Geralt. La trama tiene otros dos personajes principales (Yennefer y Ciri) los cuales sí tienen un arco de personaje. También ayuda saber que Geralt, aunque no cambia de personalidad, sí tiene un cambio de opinión sobre un asunto presentado en la historia.


Por esta razón, repito, no tienes obligación de darle un arco a tu protagonista, pero no será fácil estar exento de críticas si no lo haces y el motivo es simple: no es realista.

Como dije antes, las personas en la vida real cambiamos, crecemos, aprendemos y maduramos. Es difícil creer que alguien pueda pasar por un montón de eventos distintos y salir siendo la misma persona, haría que el lector crea que esos eventos no fueron tan fuertes para cambiarlo o que no tuvieron ningún propósito, sino logran un efecto en el personaje.


Anti-arco de personaje o arco negativo:


La verdad no recuerdo si se le llama así, pero hay otra versión del arco de personaje. O dos, en realidad.


La primera es básicamente lo mismo, solo que su cambio no es para mejor sino para peor. Esto sería como esos villanos trágicos que antes eran buenos, pero un evento los hace volverse malos. También puede ser como el caso del protagonista de El Padrino. En una forma él se vuelve mejor en su trabajo luego de cambiar, lo malo es que su técnica fue abandonar la moral que tenía al comienzo.


La conclusión es que el cambio no siempre tiene que ser para bien y eso no quita que sea un arco de personaje si sigue la misma estructura. Eso seria el arco negativo. Por otro lado, el anti-arco es más complicado de llevar a cabo.


El anti-arco (yo lo llamo así) sería cuando el personaje descubre que lo que creía era una mentira, que lo que quería no era lo que necesitaba, pero decide ignorar ese descubrimiento.


Sí, pueden crear un personaje que se rehúse a cambiar o a aceptar que las cosas sean de otra manera. Lo difícil es convencer es a los lectores de sus motivos para no cambiar, de forma que ellos no sientan que leyeron todo el libro para nada. No olviden también que ambos de estos arcos pueden hacerse con personajes secundarios, no necesitan ser solo para el protagonista.


¿Qué personajes necesitan un arco?


Idealmente, todos los principales. Yo sé que di un ejemplo que se desarrolla durante varias páginas, pero un arco de personaje puede lograrse en un solo capítulo.


Hace poco vi un ejemplo de esto y fue en la serie de Avatar: el último maestro de aire. En uno de los capítulos, el grupo de personajes principales está viajando y uno de ellos, Sokka, hace un comentario de que las chicas no pueden pelear contra los chicos porque son más débiles.


Pocos minutos después el grupo llega a una isla con guerreras mujeres. Sokka es escéptico al principio y quiere probar que puede derrotarlas solo porque es un chico, pero al final reconoce que ellas son mejores y que sus ideas estaban erradas.


Esto se desarrolla en un lapso de menos de veinte minutos y es secundario a la trama principal del capítulo, lo que prueba que un arco no necesita extenderse demasiado para cumplir su objetivo, opacar por completo la historia principal o ser exclusivo del protagonista. Por esta razón, lo ideal es que la gran mayoría de tus personajes tengan un arco. Los hace dinámicos, creíbles, profundos y tridimensionales.


¿Complica eso las cosas? Sin lugar a dudas, porque debes asegurarte que todos eso arcos estén en sintonía con la trama principal, pero nadie dijo que es fácil se escritor/a. Este trabajo de planificación y edición es algo a lo que tendrás que acostumbrarte :)


Tengo algunas cosas más sobre este tema, pero lo dejaré para otra entrada. Como siempre, ¡suerte con sus escritos!

20 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
Publicar: Blog2_Post
bottom of page