Sin duda hay un montón de consejos y maneras de hacer que el comienzo y final de una historia sean interesantes. La mayorÃa de los escritores, a la hora de sentarse a escribir, tienen una idea clara de esos dos puntos en la trama, pero se estancan con una parte que es clave: el medio.
Yo creo que la clave no es pensar en que el medio tiene que ser relleno para explicar cómo las cosas funcionan, al contrario, debe ser la oportunidad para darle desafÃos a tu protagonista que, al superar, sirvan para mostrar cómo el personaje logró prepararse para su desafÃo final. Pongan de ejemplo los videojuegos en los que, desde el comienzo, saben que tendrán que enfrentarse a un ser súper poderoso, pero cuando empiezan la historia, su personaje no está ni cerca de poder derrotarlo. El protagonista necesita crecer, evolucionar y fortalecerse mediante otros desafÃos, antes de enfrentar a la amenaza principal.
La clave aquà es que los conflictos deben ser uno más complicado que el otro, nunca menos. Si pensaste en distintos obstáculos para darle a tu protagonista, ahora piensa cuáles serán más o menos difÃciles de superar. Los más fáciles deberÃan ir al comienzo, y los más duros cerca del final. De esta forma, la historia solo se va poniendo más y más interesante, en lugar de más aburrida.
Ahora, antes de emocionarnos, hagamos una pausa para pensar en algo importante. ¿DeberÃan todos esos conflictos, cada vez más complicados, ir uno atrás del otro?
Lo importante es que tu historia tenga un ritmo estable que vaya acorde con tu estilo de escritura, y este puede ser más lento o más rápido. Nadie te obliga a hacerlo de una forma u otra, solo recuerda que ese ritmo deberÃa mantenerse. Si toda la primera mitad es bastante lenta, con muy pocos conflictos, no está muy bien que los conflictos del final vengan uno atrás del otro. DeberÃa haber una separación de casi la misma medida entre cada obstáculo grande en la historia.
Ahora bien, nos queda una sola cosa que discutir y es el relleno.
Pongamos unos ejemplos para dejar esto en claro. Digamos que hay una escena sin acción, en la que dos personajes están dialogando mientras se preparan para una batalla. Personaje A dice algo que hace que personaje B se enoje de sobremanera y abandone su bando para unirse al enemigo. Los dos personajes eran amigos, pero ahora deben luchar contra el otro. Ese conflicto no podrÃa haber ocurrido sin esa escena de diálogo.
Ahora hagamos un cambio. Digamos que personaje A y B están hablando de sus creencias. Personaje B le cuenta que está más de acuerdo con el bando enemigo que en el que se encuentra en ese momento. La conversación es tensa, pero ninguno termina enojado. Sin embargo, personaje B pasa por otro evento que lo hace decidirse a unirse al enemigo. Quizás esa conversación no fue la que lo hizo cambiar de bando, pero sirvió para que su decisión tenga sentido para el lector y no parezca un conflicto sacado de la galera para llamar la atención.
Estas son algunas formas en las que podemos hacer nuestra parte del medio interesante, sin terminar con ningún relleno y sin recurrir a conflictos aleatorios y sin sentido. Seguro deben haber muchos más ejemplos, pero espero que esta sea una buena guÃa para empezar a mejorar tu historia y a inspirarte a seguir escribiendo ese medio.